Contact repulsion controls the dispersion and final distribution of Cajal-Retzius cells
La corteza cerebral es una de las regiones más complejas del cerebro de los mamíferos, alcanzando su máximo desarrollo en humanos y otros primates. Para que ésta se forme correctamente, son necesarias multitud de señales químicas que dirigirán a las células que lo componen hacia la posición que finalmente van a ocupar y que determinarán la función que van a desempeñar. Experimentos llevados a cabo por el grupo que dirige el profesor de investigación del CSIC, Oscar Marín, demuestran que el movimiento de las células de Cajal-Retzius, un tipo de neuronas que se generan muy temprano en el cerebro embrionario y que juegan un papel clave en el desarrollo de la corteza cerebral, no está dirigido por señales de guía que les indiquen su punto de destino. Por el contrario, los investigadores han descubierto que es el contacto al azar y la posterior repulsión entre las neuronas que entran en contacto entre sí lo que determina su distribución en la superficie de la corteza cerebral.