Acto de Firma pública entre la Fundación AECC y el IN en Investigación Oncológica.

11 de febrero de 2010

El Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) han firmado un convenio en el que a través de la Fundación Científica de la AECC el Instituto de Neurociencias percibirá la cantidad de 114.000 euros para financiar un proyecto de investigación oncológica.

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Al acto de la firma del convenio han asistido el director del Instituto de Neurociencias, Juan Lerma, la presidenta de la Fundación Científica de la AECC, Isabel Oriol, el presidente de la Junta Asociada Provincial de la AECC, Pablo Enríquez Valens, y la directora del proyecto de investigación, Angela Nieto. La cantidad recibida con la firma de este convenio servirá para la financiación de la ayuda post-doctoral a la doctora Elisa Guida, para la realización del proyecto de investigación 'Identificación de péptidos aptámeros bloqueantes de SNAIL1', proyecto dirigido por la investigadora Angela Nieto. El equipo de científicos identifica genes clave en la etapa embrionaria como los responsables del proceso de metástasis. Abrir una puerta a futuras terapias que bloqueen el desarrollo de la metástasis en los casos de cáncer. Con este objetivo trabaja el equipo de investigadores del Instituto de Neurociencias de Alicante. Un trabajo que en sus inicios nada tenía que ver con el cáncer y que se centraba en el estudio del desarrollo embrionario y "más concretamente en los genes snail, que son los responsables en los embriones de que las células se muevan y den lugar a los diferentes órganos", explica Nieto. Estos genes, añade la científica del Instituto de Neurociencias, "son esenciales para el desarrollo de un ser vivo y, una vez cumplida su función, se quedan inactivos durante la etapa adulta". Lo novedoso de la investigación de Ángela Nieto ha sido identificar este gen snail en otro tipo de migración celular, la que provoca la diseminación de las células cancerígenas, dando lugar a la temida metástasis. "En la etapa adulta, estos genes snail pueden, de pronto, volver a activarse en un tumor, lo que da lugar a que las células cancerígenas se desprendan y puedan formar tumores en otras partes del cuerpo". En estos momentos el equipo de investigadores se está centrando en conocer en profundidad cómo funcionan estos genes snail y en el "hallazgo de moléculas que sean capaces de prevenir la activación de este gen, lo que supondrá un primer paso para una futura terapia" que frene la metástasis, uno de los procesos más destructivos del cáncer.